Chlamydia trachomatis
C. trachomatis es el patógeno de transmisión sexual más común en humanos, con 89 millones de nuevos casos estimados en el mundo cada año. Se declaran alrededor de un millón de casos anuales en USA. Se estima que 10 millones de nuevos casos de infección del tracto genital por C. trachomatis se producen cada año en Europa, con una prevalencia en mujeres asintomáticas no preseleccionadas de entre 1.7 - 17% según el país, contexto y diseño del estudio.
Características clínicas: C. trachomatis comprende dos biovares humanos: el tracoma y el linfogranuloma venereo (LGV). El biovar LGV se caracteriza por su capacidad para causar enfermedades sistémicas y es el más común en las áreas tropicales del mundo. El biovar tracoma puede causar tracoma, enfermedades de transmisión sexual, algunas formas de artritis y neumonía y conjuntivitis neonatales. El tracoma es una conjuntivitis crónica causada por la infección con cepas pertenecientes a los llamados serovares oculares (A, B, Ba o C).
En países desarrollados, los serovares D a K de C. trachomatis son la causa de aproximadamente el 50% de los casos de uretritis sintomática inespecífica en varones. También se ha asociado con prostatitis y epididimitis y es una posible causa de infertilidad masculina. En mujeres, la principal diana de la infección por C. trachomatis en el tracto genital inferior son las células epiteliales columnares que revisten el canal endocervical. La cervicitis por clamidia es causada por los serovares D a K, siendo el E particularmente común. La infección ascendente del tracto genital inferior puede derivar en una enfermedad pélvica inflamatoria que afecte al útero, trompas de Falopio y estructuras pélvicas adyacentes. La infertilidad y los embarazos ectópicos son complicaciones de la enfermedad pélvica inflamatoria causada por clamidias. Un buen número de estudios sugiere que la infección maternal por C. trachomatis durante el embarazo está asociada con partos prematuros. Además, los niños de madres infectadas pueden desarrollar conjuntivitis. Si no se trata adecuadamente, aproximadamente entre el 10 y el 20% de los niños, desarrollarán neumonía neonatal.
Diagnóstico: El diagnóstico de la infección por C. trachomatis se hace por métodos directos (cultivo celular, detección de antígeno o ensayos de amplificación de ácidos nucleicos) o técnicas serológicas. La microinmunofluorescencia indirecta ha sido considerada clásicamente la técnica de referencia entre los ensayos serológicos. Recientemente, las pruebas de ELISA basadas en MOMP (Major Outer Membrane Protein), bien con péptidos sintéticos como con antígeno nativo, han desplazado progresivamente a la inmunofluorescencia, debido a su elevada simplicidad e idoneidad para la automatización
Tratamiento: La principal terapia contra la chlamydia se basa en un tratamiento con antibióticos. No existe inmunidad significativa tras la infección por lo que una persona puede infectarse varias veces.