Bordetella
La tos ferina es una enfermedad infecciosa a nivel mundial causada por las bacteriasBordetella pertussis y Bordetella parapertussis. Ocurre solamente en los seres humanos y se transmite de persona a persona por medio de contacto directo con las secreciones respiratorias de personas infectadas. La bacteria es altamente contagiosa, de forma que aquellos contactos cercanos al paciente no vacunados tienen una alta probabilidad de infectarse. La tos ferina afecta a personas de todas las edades, aunque las mayores incidencias se producen en niños menores de cinco años. Muchos de los bebés que contraen la tos ferina son infectados por sus hermanos mayores, padres o personas que los cuidan, quienes probablemente ni siquiera saben que padecen la enfermedad.
La tos ferina, aunque prevenible por vacunación, presenta altas tasas de mortalidad en algunos países. Durante más de 40 años, vacunas contra la tos ferina de células enteras han sido capaces de prevenir alrededor de 760.000 muertes al año en todo el mundo. No obstante, la tos ferina sigue siendo un gran problema a nivel mundial dado que 50 millones de casos de tos ferina y 300.000 muertes (especialmente en niños) son reportados anualmente.
La tos ferina es una importante causa de muerte infantil a nivel mundial y sigue siendo un importante problema de salud pública, incluso en aquellos países con alta cobertura de vacunación.
Características clínicas: Después de un periodo de incubación, de aproximadamente entre 1-2 semanas sin presentar síntomas, se desarrolla la etapa catarral. Durante esta fase, que dura entre 1-2 semanas, el paciente presenta fiebre mínima, rinorrea y una leve tos irritante que gradualmente se va convirtiendo en paroxística. Los síntomas son muy similares a los de un resfriado común con tos seca. Es en esta etapa cuando las personas infectadas son más contagiosas. Lo sigue la etapa paroxística, con una duración aproximada de 2-4 semanas, durante la cual aparecen cuadros de tos paroxística (severa e irregular), apnea, cianosis y vómitos. Al final de la etapa catarral se produce gran linfocitosis, alcanzando valores máximos durante la etapa paroxística. Finalmente, durante la etapa de convalecencia, la tos comienza a cesar y el paciente gradualmente se recupera. Sin embargo, en esta etapa final la tos ferina puede causar serias complicaciones, en ocasiones mortales, como bronconeumonía o encefalopatía. Esta última suele venir acompañada inicialmente por convulsiones y terminar frecuentemente en fallecimiento o daño cerebral permanente. Esta última etapa es la más complicada en los casos infantiles, pudiendo ser incluso mortal para aquéllos menores de dos meses de edad. En estos casos es la neumonía la principal causa de muerte.
La tos ferina causada por B. parapertussis se manifiesta con síntomas similares a la causada por B. pertussis, aunque generalmente es menos severa. Aproximadamente el 40% de los casos son asintomáticos.
Diagnóstico: Las pruebas específicas de diagnóstico incluyen el cultivo, la inmunofluorescencia directa, la PCR, y la detección de anticuerpos en suero. Aunque el cultivo es casi 100% específico, es poco sensible, mientras que la inmunofluorescencia directa carece tanto de sensibilidad como de especificidad. La serología es ampliamente usada para el diagnóstico de pertussis en niños, adolescentes y adultos ya vacunados. Con todo, las respuestas inmunológicas frente a la infección y a la vacunación no pueden ser diferenciadas. Debido a su sensibilidad, especificidad y rapidez, se acepta el resultado de la PCR como prueba de infección en muchos países con sistemas de notificación obligatoria.
Tratamiento: Aunque B. pertussis es susceptible a varios antibióticos, como la tetraciclina, eritromicina y cloranfenicol, la administración de estos medicamentos durante la etapa paroxística de la enfermedad no resulta de gran eficacia. El tratamiento con eritromicina, el elegido en la mayoría de las ocasiones, ayuda a eliminar la bacteria del aparato respiratorio. Aunque el tratamiento no cambia la evolución de la enfermedad (a no ser que se suministre durante la etapa catarral), es útil para evitar la diseminación de la enfermedad.