Helicobacter pylori

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Helicobacter pylori es un bacilo gramnegativo, curvado y microaerofílico que se encuentra en la mucosa gástrica del estómago humano asociado a diferentes enfermedades digestivas. La infección por H. pylori es una de las más comunes en el hombre y aunque ocurre en todo el mundo, es más frecuente en los países en desarrollo y la prevalencia disminuye cuando aumenta el nivel socioeconómico. 

Características clínicas: Se trata de una causa bien establecida de úlcera gástrica y duodenal y la infección persistente es un factor de riesgo de carcinoma y linfoma gástrico. La mayoría de las personas infectadas no tienen síntomas y solo un pequeño porcentaje llegan a desarrollar la enfermedad.

Diagnóstico: Existen diferentes métodos para diagnosticar una infección de H. pylori que pueden ser invasivos, si requieren endoscopia con toma de biopsia gástrica, o no invasivos. Ninguno de los métodos es infalible y para la elección del más apropiado deben tenerse en cuenta factores como el objetivo del diagnóstico, los medios con los que se cuentan o las características del paciente.

H. pylori provoca una respuesta inmunitaria, tanto local como sistémica. El sistema inmune responde con un aumento transitorio de IgM, seguido de un aumento de anticuerpos de los tipos IgG e IgA que persisten durante la infección.
Puesto que los anticuerpos IgM se detectan sólo transitoriamente, tienen poco valor para el diagnóstico. La principal respuesta sistémica es de tipo IgG por lo que la detección de estos anticuerpos es la más utilizada para el diagnóstico. Sin embargo, en muchos países su prevalencia es alta y por tanto, hacen falta técnicas complementarias para llegar a un diagnóstico correcto. En cuanto al valor diagnóstico de la IgA, existen discrepancias entre los autores y no parece añadir mayor eficacia a la determinación de anticuerpos IgG. Una importante ventaja de los métodos serológicos, es que sus resultados no se ven afectados por el tratamiento reciente con antibióticos o inhibidores de la bomba de protones, que pueden inducir falsos negativos con otros métodos.

El Grupo de Consenso Europeo para el Estudio de Helicobacter recomienda la realización de técnicas serológicas en el ámbito de atención primaria, en pacientes menores de 45 años con síntomas de dispepsia y sin signos de "alarma" (anemia, pérdida de peso, etc.).

Tratamiento: La eliminación de la bacteria de la mucosa gástrica mediante tratamiento antibiótico combinado se asocia con la resolución de las lesiones histológicas y la mejoría de la sintomatología clínica, tanto en la gastritis crónica tipo B como en la enfermedad ulcerosa péptica.