Virus Varicela-Zoster
El herpesvirus varicela-zoster (VVZ) pertenece a la familia Herpesviridae. Se trata de un virus con ADN lineal y de doble cadena. Cada partícula tiene unos 150-200 nanómetros de diámetro y consta de una nucleocápside icosaédrica rodeada de una cubierta lipídica. El VVZ se caracteriza, al igual que otros miembros de la familia Herpesviridae, por su capacidad de permanecer en estado latente en el interior del organismo humano.
Características Clínicas: Los síntomas iniciales incluyen la aparición súbita de una fiebre leve y una sensación de cansancio y debilidad. Poco después aparece una erupción en forma de ampollas que producen picor. Pasado un tiempo las ampollas se secan y se forma una costra. Las ampollas tienden a ser más comunes en las partes del cuerpo que están cubiertas. Pueden aparecer en el cuero cabelludo, en las axilas, en el tronco e incluso en los párpados o en la boca.
Por lo general los síntomas aparecen entre los 14 y los 16 días (mínimo 10 y máximo 21) de haber estado expuesto a una persona con varicela o con el herpes zoster. Una persona con varicela resulta más contagiosa uno o dos días antes de que aparezca la erupción y hasta el momento en que se sequen las ampollas y formen una costra. La transmisión se produce principalmente a través de la inhalación de los bioaerosoles o el contacto de mucosas con gotitas procedentes de secreciones respiratorias, así como del fluido de las vesículas cutáneas. También se puede transmitir mediante contacto directo con lesiones cutáneas y objetos recientemente contaminados con secreciones de vesículas cutáneas y mucosas.
El VVZ sigue estando asociado a enfermedad del sistema nervioso central (SNC), siendo la meningitis la presentación clínica más frecuente. La enfermedad por VVZ del SNC a menudo se presenta sin erupción cutánea por herpes zoster.
Diagnóstico: El método más fiable y sensible en la actualidad, es la PCR para detectar el ADN del VVZ. Especialmente en caso de presentar síntomas neurológicos (mielitis, meningitis o encefalitis) se considera la técnica de elección en muestras de LCR.
El análisis de los anticuerpos en suero (principalmente la IgG) permite confirmar el diagnóstico de forma retrospectiva, y es, asimismo, útil para medir la inmunidad después de la vacunación (ELISA o CLIA). También es una opción la inmunofluorescencia directa (DFA) para detectar el antígeno VVZ.
En los casos de VVZ resistente a aciclovir, las detecciones de mutaciones en la timidina quinasa pueden determinarse mediante PCR y análisis de secuencias.
Tratamiento: No existe cura para el herpes zóster. Al igual que el HSV-2, el virus de la varicela-zoster puede permanecer en el cuerpo en un estado inactivo. Los medicamentos antivirales disminuyen la duración de los síntomas y la probabilidad de neuralgia posherpética. El aciclovir oral se puede prescribir en pacientes por lo demás sanos que tienen casos típicos. En comparación con el aciclovir oral, otros medicamentos (p. ej., valaciclovir, penciclovir, famciclovir) pueden disminuir la duración del dolor del paciente.
La vacuna contra la varicela es muy segura y eficaz para prevenir la enfermedad.